La ubicación de los comercio, la vivienda y las oficinas ha sufrido una gran transformación en los últimos años. Muchos barrios periféricos de las grandes ciudades se están quedando sin comercio y estos espacios están siendo sustituidos por viviendas, y los centros de las ciudades están transformándose en zonas de oficinas, quitando espacio a las viviendas.

Esta transformación viene dada por diferentes factores, pero el principal es el factor económico. Los comercios no pueden subsistir debido a la competencia de los grandes centros comerciales, y los centros urbanos son un gran reclamo para las grandes corporaciones, adquiriendo edificios completos de las ciudades.

La primera de las situaciones crea calles vacías, lleva de persianas bajadas y pintadas de grafitis. Para poder reactivar estas zonas la única opción que se plantea es la conversión de estos locales en viviendas. Esta conversión puede ser un buen enfoque si se hace desde un punto de vista arquitectónico y se entiende que no se puede vivir de la misma manera en planta baja que en las alturas. tenemos que replantearnos que la relación de estas vivienda con la calle es muy distinta, y aprovechar sus ventajas para crear viviendas que reactiven la calle, como las viviendas taller.

La segunda está cambiando nuestro modo de vida, haciendo que la mayoría de gente no pueda vivir en las ciudades y tengan que desplazarse a barrios periféricos. Estos barrios se están volviendo cada vez más en barrios dormitorios, barrios desérticos, llenos de carreteras y aparcamientos, creando paisajes desoladores y transformando la calle en una infraestructura pensada para almacenar vehículos y no para dar cabida a las actividades humanas. Tenemos que entender que la calle tiene que ser un lugar, no una mera infraestructura, tenemos que reivindicar una calle habitable.

Consideremos  replantear nuestras ciudades y sus espacios, pensemos que podemos hacer en las plantas bajas vacías por los cierres de la mayoría de los comercios y cómo podemos hacer que los centros urbanos puedan ser habitables, y no parezcan cada vez más un centro comercial repleto de marcas. “Si una ciudad no está pensada para los niños, tampoco está pensada para los ciudadanos” Aldo Van Eyck